Cuando un reclamo por lesiones personales no avanza y las negociaciones con la compañía de seguros no llevan a ningún lado, puede ser el momento adecuado para presentar una demanda y llevar el caso a la corte.
La complicación principal de llevar un reclamo a la corte es que los plazos se alargan. El reclamo puede resolverse, pero habrá que atravesar varios procedimientos. Pero, ¿cómo se inicia un caso por lesiones personales?
Se comienza por presentar una demanda, en la que figuran los nombres de cada parte, quienes serán notificados. La víctima o quien presenta la demanda es el “querellante” (un término legal para referirse al demandante).
A la persona o entidad que, según tu reclamo, es culpable, se le conoce como la “defensa”. Se notificará a ambas partes sobre dónde y cuándo comenzará la audiencia, y se establecerán plazos para que la defensa responda a las alegaciones del querellante.
En la demanda también se proveen los detalles del caso: por qué se está presentando la demanda y qué compensación se pide por los daños. La defensa tiene un plazo para presentar una respuesta con su versión de los hechos.
¿Necesito un abogado para ir a la corte?
Es muy probable. No existe una obligación legal que fuerce a un querellante a contratar un abogado. Sin embargo, el proceso judicial implica una serie de reglas y plazos complejos. Una persona sola enfrentando a una compañía de seguros tiene una gran desventaja, ya que está compitiendo contra expertos.
Lo más sensato es buscar un abogado de lesiones personales que esté a tu lado. Juntos podrán armar una estrategia legal, presentar un caso sólido y cumplir con todos los plazos en tiempo y forma.
Este es solo el comienzo del proceso legal en la corte. Luego sigue la investigación, los interrogatorios, los requisitos de admisión (donde una parte pide a la otra que confirme o niegue hechos del caso) y los requisitos de producción (las partes deben intercambiar los documentos que van a utilizar para respaldar sus versiones).